Me vi finalmente reflejada en tus ojos
y transportada a otra dimensión,
donde te reconocí tras secretos cerrojos
envueltos en una dulce pasión.
A mi vida renacieron tiernas ilusiones
ganas de retomar el vuelo
como antes, como dos jóvenes gorriones
y después descansar en la rama de un ciruelo.
No sabes cómo te he buscado
no quiero volver a perderte
en varias vidas te he anhelado,
he intentado entre tantos reconocerte.
Veni quedate aquí conmigo
Abrázame contra tu pecho
apretame fuerte, amor pródigo
mi corazón está al fin satisfecho.
Tu ausencia ya no me duele,
tu silencio ya no me entristece,
por qué al fin estas otra vez aquí, conmigo.
©Guille Ramìrez