“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”
Pero aún tengo sed, ¡Tengo sed de vivir!
Sed de encontrar la verdad que me dará nobleza
Sed de amar y ser amado
“Madre mira a tu hijo”
Me amaste cuando yo apenas era una esperanza
“¡Dios mío, porqué te has olvidado de mí, Dios mío!”
Aunque sé, que en el último de mis suspiros, estarás conmigo
Y tus enseñanzas serán la luz para encontrarte
“Padre ¡Perdónalos porque no saben lo que hacen!”
Destruyen la Libertad de todas las Libertades… ¡El Amor!
Y lo pisotean con el interés sobre interés ¡La Usura!
El Anticristo en persona
“Padre está consumado”
Somos los nuevos mártires, los que nacemos en el fondo del río
Los que vamos subiendo de pena en pena y de héroe en héroe
Los que vamos subiendo de gota en gota y de espíritu en espíritu
Hasta llegar a la inmortalidad
Somos los elegidos
Los que buscamos la luz en los valores humanos
En medio de nuestros propios errores
Los que llevamos en las alforjas de nuestra conciencia
Y por último
Quisiera para todos, que la belleza de sus acciones
Sean realmente las que rompan las cadenas
Para que logren todos …su gran Libertad Interior
Poema dedicado a Su Santidad Juan Pablo II.