PIEDRAS Y MÁRMOLES
De que valen las comparaciones
si solo traen tristeza,
ya no eres aquel que elevó un tazón de níveo alimento
y ahora una copa de elixir
o el que corrió en el recreo por los corredores
hoy camina lento por la escasez de oxígeno,
la irrupción de una nueva voz y ahora las palabras se asfixian,
las fibras de un amor joven, la lentitud de hogaño no te permite
sostener la mirada,
osadía juvenil y cuanto silencio domina la presente escena,
aquellas magníficas palabras apenas se elevan en este exiguo
confín,
todo es una larga huella con atavío de piedras y mármoles
mientras los pasos avanzan en este delirio
eres artífice de cuanto has vivido
y no sabes cuándo apagarás la luz con el último hálito.
Martín Pereyra