Manuel A Gonzalez P

Parte 1 - Hoy soy tierra, Mañana sere...

Somos el eco de las voces mudas
que repiten constante sus notas
henos perplejos ante la bruma
y embebidos del rocio de luna.



Cuando la noche busca una aventura
se acuesta su sombra en la tierra
con su cuerpo invisible procura
ser tocada hasta por la ultima piedra.



Somos almas de llanuras silvestres
que meditan cautelosas por el vacio
somos indómitas aguas que vierten
sobre la tierra las aguas del rio.



Nuestros ojos asoman sus miradas
cuando gritan los caobos, los robles
¡cae uno más! nos gritan las hadas
mientras palpita el latido del noble.



Cuando el hombre se aproxima y golpea
con puños de hierro, cortes de acero
la niebla siembra donde el arbol deja
el hueco manchado de agonía y desespero.

Sigue caminando ingrato e inconforme
buscando más sangre blanca entre las hojas
-madera es nada más- pronuncia el hombre
 

mientras pisa  las flores, arranca las rosas

 

 

Al terminar el ser su pasión destructiva

proclama la tierra con voz de gozo

es su ego altivo, su placer mezquino

es nuestro lamento, los sollozos.

 

 

Se acerca la era moribunda y siniestra

los azotes del tiempo, las lanzas negras

marcando las horas con líneas de fuego

suplican los nobles su perdón con su ruego.

 

 

En los bosques silvestres quedan pantanos

las cortezas inmóviles con su voz delirando

la putrefacción de los frutos de un manzano

preguntan los hombres el porqué suspirando.