dedicado con cariño a los vándalos portadores del espíritu de Dionisios que han provocado las avalanchas en Sevilla para liberar a los pecadores de su penitencia. Paz y bien a ellos, por apologéticos de la alegría, y el indulto del gobierno ya.
I.
Avalancha, avalancha, avalancha,
se cayeron las luciérnagas,
vestidas con su fina seda
por una estampida africana ,
en las calles sevillanas.
We are living in sevilla,
We are living in sevilla.
La aurora suspendida en la Giralda
se sintió liberada del Ku Kus Klan
al escuchar de nuevo el grito :
Ala es Grande,
libertad, libertad, libertad.
Aladas palabras que levantaron el enjambre cautivo y somnoliento,
Almas alimentadas de cera de iglesia que ardía en sus bocas pecadoras.
Más mal guiados por los Espartanos del orden
en las mal señaladas chapuceras calles de sevilla
corrían los tabanos enfundados en sus caperuchos
del cuerpo de cristo lanzado a tierra,
para que le hicieran el boca a boca,
tras ser chafado por la estampida.
En todas direcciones los que de Cristo salieron
corrían como Ñus de las sabanas africanas
envueltos en sus sábanas fantasmales.
Sus cuerpos chocaban entre si con gran estruendo y quejas celestiales,
formando un estruendo semejante a platos rotos por ángeles trompeteros,
que los lanzaran desde las ventanas de los bares.
Iban cayendo los cofrades exhaustos,
como gusanos de seda envueltos en sus capullos en tierra
para resucitar como mariposas en el cielo junto a Mahoma.
Y los Dionisios africanos
portadores e instigadores de este fino amor a Cristo.
génesis de las nuevas madrugadas para sevillanos del futuro
fueron encerrados en un zoológico para peregrinos.
El Papa, los obispos, los ministros, los jueces,
y otros animalitos heridos por la cruz.
encontraron estos Apolos de rodillas entre sus barrotes,
para su sádica alegría y la defensa de su Fe:
el castigo,
instrumento de Dios para el bien.
Sevilla, ciudad nacida para odiar y castigar.
Sevilla aparta de mi tus autos de Fe.
Angelillo de Uixó.