Recordando,
sin querer evitarlo,
la suavidad de sus manos,
de sus labios aterciopelados,
su linda sonrisa,
también sus risas,
su mirada tan tímida...
Mezcla perfecta
para sus sentidos,
que provocaban,
burbujas de placer
chispeantes,
electrizantes,
inagotables...
estallidos de placer
que no podía
ni quería dejar
de sentir
recorriendo su piel,
aún sin haberse
entregado a él...
Grabados a fuego tenía,
aquellos encuentros,
muchos de ellos fortuitos,
no lo podía creer
lo que sin querer
empezó a sentir por él...
Despertaba suavemente
sus sentidos,
como una adolescente
se sentía...
y adoraba recrearse
en esas quedadas,
mientras imaginaba
ese encuentro adulto...
¡que quién sabe!
y ¡qué importa...
si sucedería alguna vez...!
Vivía la magia del momento
...imaginando...
con emoción infantil,
esa magia que buscamos
y no siempre encontramos...