No resiste el cuerpo,
el dolor inmenso,
me abandono al fin,
escucho el silencio,
y se apaga el sol.
Todo es tan oscuro,
clavos ya no siento.
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Desciendo al abismo,
en ràpida suerte,
al calor del fuego,
quejidos y llantos,
el crujir de dientes,
y un nuevo dolor,
se vive en la muerte.
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Se detuvo el tiempo,
y asciendo veloz
retorno a la luz
me enceguece el brillo,
entrando a los Cielos,
saludo a mi padre,
siento paz y amor.
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Van siendo tres días,
que floto en la nada,
vivo en otra Carne,
mismo el corazòn,
de mi viaje vuelvo,
final de misiòn,
¿Regreso o me quedo?
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El hijo preguntò,
Y el padre en respuesta
La Salvaciòn legò.
Raquelinamor
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Miami/2017