…Y viviendo
como el azorado que añora
una copa de ron y 7 cigarros
que apaciguan
sufrimientos inadmisibles,
averiguas que juzgar es arma
de doble filo, sensación de cautiverio…
Agarramos lo peor de nosotros mismos
porque la hipocresía
circula por las calles
y fue asignatura bien aprendida
en tiempos de inocencia y madera.
Rápidamente olvidamos que nada es
si no hay trozos de sinceridad y humildad
en cada paso que vamos dando hacia la tumba;
viviendo como seres que desconocen lo primordial
el dolor llega, la infidelidad existe, la honestidad
es una anécdota que coexiste entre mentecatos.