Si naciera otra vez, yo te amaría,
Trabajando, luchando por la vida,
Por ver tu felicidad, encendida,
Cubriéndote de halagos todo el día.
Viendo de la mujer su gran valía
Como a la rosa bella más florida,
Que nunca por mí sea reprimida,
Aunque de ella comprenda que no es mía.
Y así sentir tan feliz, a mi pecho,
Quitando del camino, las espinas,
Las quitas y caminas, satisfecho.
De forma honesta, seguir tus rutinas,
Es tan bella presea, ser derecho,
Siendo libre en los sitios que caminas.