El mar es una fontana
con agua llena
y en el cáliz de esta mi alma
hay triste pena.
En el río caudaloso
la piedra suena,
mi corazón... un desierto
de sal y arena.
Estos días ya se acaban,
de angustias plenas
en mi ser no queda esencia
mis secas venas.
En el campo se cosecha
trigo y avena
y a mi vida ya le acecha
la oscura trena.