Una tarde lluviosa y gris
te esperaba apoyada
en un muro de una vieja casa
con mi paraguas chorreando.
Te vi aparecer desde lejos,
llevabas una parka empapada
que goteaba mucho.
Oía el sonido de los truenos,
la circulación de los coches,
el ruido sordo de tus pasos
que te aproximabas a mi.
Te acercaste y me abrazaste
se empaparon nuestros cuerpos
con la ropa mojada.
Te acaricie tu pelo revuelto
y tu cuello frío.
Unos besos sabor a menta
provocaron una lluvia de amor
en nuestras almas.
Y me pregunte
¿Marcará mi vida este encuentro?