Aquella mujer...Del cabello desbordado, largo y alaciado, la eterna sonrisa en sus labios, la profundidad de su mirada y la inteligencia le acompañan, ojos hermosos mirada atenta y la sutileza de su ser.Ella escudriña los pensamientos de los hombres, sus labios son imperecederos ¿Quien no quisiera robarle la atención? ¿Arrancarle suspiros?¿Aprisionar la vista de sus ojos? Ella no dice nada y a la vez dice todo: Alivio, redención, éxtasis, emoción... Magnetismo fehaciente desborda en cada poro de su piel, de estatura baja con imaginación alta, revuelo entre titanes causa.
Siempre genera expectativa, el eterno enigma y signo de interrogación, en busca de respuestas, que finalmente llegan manteniendo un encanto invisible que es como agua dulce para el naufrago o el caminante perdido del desierto.
Corazón de un solo dueño, inocencia sensual, pureza...ävida de letras y números, buscadora de proezas, ser exquisito e interesante en todos los sentidos y ángulos, dimensiones y perspectivas, originaria de Zacatecas, ciudad que la vió nacer, aquella alma dulce de palabras hechizantes.
Una pregunta brota en mis labios y la hace estremecer ¿Es usted una sirena? ¿Es Cleopatra de vidas pasadas?-Sonríe y no contesta, dilucido por mi cuentas ¡Es Cleopatra ataviada de alegría refrescante envuelta en un velo de misterio!