Estoy escuchando a Ramón Merino, Porore. Una entrevista de las muchas que le hicieron a lo largo de los cinco años que padeció esa horrible enfermedad. No quiero pronunciarla, no puedo.
Ramón se fue hace poco tiempo, se fue y dejó su poesía, dejó su ilusión por la vida, dejó muchos amigos, dejó a su familia, dejó un mundo de versos preciosos, con latidos y otros, también miedos.
A Ramón Merino lo conocí aquí en Poemas del Alma, y lo llegué a querer, como si la distancia no existiera, como si el mar que nos separaba fuera un precioso camino de flores.
Yo estaba mal, sin ilusión, sin vida que contar. Él aún estando enfermo y luchando con su enfermedad, me dijo que siguiera adelante, que no quería verme triste y sin vida.
Ahora me emociono oyendo su voz, porque él aprendió a vocalizar, él es un ángel limpio, con unas alas inmensas, blancas.
Te quiero Ramón, y nos volveremos a encontrar.
Besos para todos amigo@s.