No sabía cuál era mi lugar favorito hasta que apoyé mi cabeza en tu pecho
Momento en el que al mismísimo tiempo le daba pereza seguir para quedarse durmiendo en su lecho
Puedo sentir tus caricias mientras pintan mi rostro
Mis ojos no paran de ver la Isla del Tesoro desde el mar angosto
Tu boca me invita a jugar con toda confianza
Paerece ser que tu pelo y la brisa de verano se han hecho buenas amigas
Yo le digo que eres la encarnación de mi felicidad con toda certeza mientras soy prisionero de tu aroma, chica de 20 primaveras