Hermosa la maldad,
tan precioso el silencio,
fastuosa la soledad,
preciosa la muerte,
exquisito
todo el amor
que supieron brindarme,
extremo el dolor
que románticamente
aclama mi sangre siempre,
deliciosa la tristeza;
todos me dan su perdón,
todos me visten
y desnudan
el cuerpo, el alma,
encantador el sufrimiento
delicado y devastador
su sentir, maravillosa
la ironía, placentera
la hipocresía,
de todos ellos dependió
toda mi fortaleza,
toda mi paciencia;
toda mi inocencia
jamás fue violada,
solo sometida
por el impulso pasional
de la vida en la muerte
tan lenta y agónica
que siempre me satisface,
celestial la mentira;
cuantos fantasmas
o semidioses
erotizan mi alma,
sentimientos dadaístas
versus
sentimientos abstractos,
apuestas sobre el tiempo,
promesas, ilusiones, sueños,
utopías, furtivas esperanzas,
manjares a escoger
para ser devorados
con bestialidad;
tabúes camuflados
de inocencia,
dios cuan perfecto
parece ser todo,
cuantas preguntas
sin respuesta,
cuan apetitosos
son estos sentires en mí;
delicioso mujer todo
lo que tienes para mí,
atrayente tu maldad,
sugestiva tu banalidad,
atractiva tu pasión,
seductor tu amor;
superfluo espíritu,
inocente soy
a todo cuanto tú me das,
extasiado tengo que huir;
te aguardan entes mutantes
que fusionaran toda maldad
más un odio visceral
con todo aquello
que das y representas,
vivirás la muerte lenta
de un amor distorsionado,
mientras en el exilio
yo alivio pasionalmente
todas mis heridas
con el veneno, elixir
de tus recuerdos.
*
Crucificada mi alma
en un árbol esta aferrada
a su inocente naturaleza,
en este viejo bosque
la oscuridad es perpetua,
brujas del amor
con su mágico elixir ritual,
extraen de mi esencia
lacrimosa, mientras ellas
se vuelven solo
recuerdos para mí,
un dolor inexplicable,
mordaz, va cauterizando
cruda y cruelmente
con su incandescente
calor esta profunda herida
abierta de par en par
como las puertas del cielo,
o quizás
de un posible infierno,
el corazón enhebrado
por miles de dagas
late lentamente,
desesperado
y ahogado en sangre;
una espada encajada
está en mi costado
con amor, dolor y traición,
respirar es complicado,
para no morir, fingir
que no lo puedo hacer bien
es debido a tus besos
que desaprensivos
cruelmente me asfixian,
así la mente maquina
estúpidamente
el hecho de que hayas muerto,
de que te hayas huido de mí;
malditos bellos recuerdos,
como carcomen
lentamente mi ser,
maldita hermosa figura
que cada día sarcásticamente
te refugias en mi alma
a la cual ya no amas,
solo lo haces
porque soy el único
que jamás te pudo
y podrá hacer algún daño,
aquí sigo, seguiré,
hasta más allá
del final de tus días
dándote el refugio
que tanto necesitas,
esperando el instante
en el que retorne a ti
tu cordura, tu sensatez,
tu sensibilidad,
tu bondad, tu verdad,
tu lealtad, tu fidelidad,
tu respeto, tu honestidad,
naturalezas que compartiste
y viviste de mí.