Alzo un muro de piedras, versos y gredas
Un vasto muro para ocultar mis flaquezas
Ámbito para sepultar desgraciados olvidos
Donde derrumban letra a letra, sueños y lirismos.
Levanto un muro de presidios y de agonías
Una pared entre mi esencia y el mundo
Entre mi canto triste y la aurora que florece
Entre la que existe y la que sueños augura.
Entre cascadas y precipicios de muerte
Duerme mi alma entre las tempestades
Resistiendo los embates de las esquirlas
De oscuras y eternizadas melancolías.
¡Ay! tú que sueñas conmigo. Esta miseria soy yo.
¡Un fajo de marchitas primaveras! ¡Una flor infecta!
¡Una mariposa postrada a cada soplo del viento,
Buscando resistir en alguna invisible corola!
Ay! Esta es mi realidad cotidiana, labriega
estéril, cavando la fosa de mi pobreza.
Siempre que el jazmín perfume la noche
Seré alondra vestida de canto y letras
donde esparciré mi desnuda existencia.
Así, de vez en cuando huyo de mi muralla.
Entonces soy un manojo de letras, lirios y rosas
Entonces soy rimas que canta tu lírico amor.
Soy inquietante poesía, soy beso deseando tu boca.
Esta soy yo, la que en libertad siembro poesías,
Enciendo coro de místicos versos de crepúsculos
Esta soy yo, si quieres amar a un sueño, ¡aquí estoy!
¡Ámame por fuera de este colérico muro de espinas!
Nelly h
18/04/17
Argentina