Adolfo Flores Facundo

Tu cuerpo en la orilla

 

Tu cuerpo es un refugio que te pertenece

Tu carne acostada en la orilla

Es tocada por las manos de la marea

Es alcanzada por la humedad de la arena

Tus senos quieren desbordarse 

Y regresar al mar como un pez que se quedó varado

Una curva peligrosa anida en tu cintura

Ni el aire se atreve a bordearla

Se ven puros abismos alrededor de tu sombra

Tu boca uno de los más profundos

En tu pecho una entrada al plumaje de tu alma

En tu vientre resbalan las luces

Y caen con lentitud a una profundidad

Que contiene al mar como un secreto