I
Niño, ¿de donde a donde me quieres si de adeveras me quieres?
Contesta el niño sonriendo… ¡Te quiero del Cinco de Mayo a tu casa!
Niño, ¿y cómo es que tú me quieres?
Responde y vuelve a sonreír… ¡Te quiero como mi sábado en la mañana!
¡Te quiero como mi helado en la plaza!
II
Niño, ¿de donde a donde me quieres si de adeveras me quieres?
Contesta el joven sonriendo… ¡Te quiero de Guadalajara a tu casa!
Niño, ¿cuando y donde me quieres?
Responde y vuelve a sonreír… ¡Te quiero en el desorden de mi sueño y te quiero de madrugada… en la humedad de las sabanas!
III
Niño, ¿y si se agota tu amor?
Sorprendido el hombre enamorado se pregunta entre un suspiro y otro:
¿Y si mi amor se agota?
¿Seria posible beberse el mar de un solo sorbo?
¿Seria posible robarme en un bolsillo el horizonte y mantenerlo escondido?
Entiendo que la tarde expire y que la noche se acabe…
Pero que deje de amarte eso ni lo entiendo pero ni lo deseo