Alexandra L

Penas

 

En el umbral oscuro
se despide la tarde,
fiero agoniza el sol
perdiendo su estandarte.


Y flotan en su sangre

tibia, oscura, salada, estas penas,
calladas, avaras, recurrentes
designio de la suerte.


Penas amantes de mi calma

de mi espíritu,
que danzan en oleadas
y entre ondas cabalgan.


Penas como flores sombrías,

como bancos de niebla
que devoran la paz
en la noche revuelta.


Y se quiebran las alas

se marchan las estrellas
la luna es un presagio
que no llega a certeza.


La brisa trae murmullos

que hablan desde lejos
de locuras me hablan
en lejanos reflejos.


Y flota sobre todo

el recuerdo perenne
en el umbral oscuro
como abrazo de muerte.