Los visitantes miran la luna en la esquina de las sombras
luego suben una escalera roja que tiene el poder de apaciguar
las inquietudes que les sobran
Se asoman al barandal de la cumbre
En una copa de lágrimas
miran a las almas errantes vagar hacia el regreso
Sus manos frías como la nieve
no atinan a calmar su corazón de fuego
miran desde lejos la barca donde al sol reposa su alma penitente
Antes de ser carne fueron polvo
Antes de ser polvo fueron carne
Ahora miran la luna desde donde todo se ignora...
Marcia Ottaviani
libro -Los trece anillos-