Lidia

A LOS QUE NOS LLEGÓ EL OTOÑO

A los que al otoño hemos llegado

no debemos por los años preocupar

hay que aceptarlos según van llegando

al no poder, por ley divina obviar

 

Debemos entender que si existimos

hemos sido afortunados al vivir

y todos los que  aquí ya estamos

por las huellas que tenemos no sufrir

 

¡Qué importan las dunas! ¡Que aparezcan!

si ya lozana tuvimos nuestra piel

pero de cada ciclo, huellas quedan

porque el tiempo no es un amigo fiel

 

Jamás, sus huellas se pueden evitar

porque a su paso las va acumulando

se pueden ocultar pero no borrar

pero eso no impide el seguir soñando

 

A esa edad, también se tienen sueños

no impetuosos como de juventud

el sosiego y algo más son privilegios

de esa etapa, que nos brinda esa virtud

 

Todos los que ya somos otoñales

el temerle a los años no hay razón

porque aprendemos ser buenos amantes

y el amor nunca se va del corazón.