Norberto Molina Guerrero

GUERRA DE CORAZONES

Todas las mañanas se escucha el rugido de las balas,

Casi se ha vuelto costumbre,

Los enfrentados,  que son aquellos corazones,  tratan de sanar sus heridas.

Pero,  qué podrá hacer falta,  ¿amor?,

Aquellos corazones tienen suficiente amor,  ¿tolerancia?,

También tienen tolerancia,  además,  están llenos de bondad,  de ternura…  todo un

mundo de sentimientos rodean ha aquellos corazones…

¿Por qué entonces están enfrascados en una guerra sin sentido?

 

Los amores son difíciles de entender…

La fragancia de las flores es difícil de percibir…

Los únicos que lo pueden comprender son aquellos corazones…

Pero estos corazones  se han herido.

 

En una guerra sin fin es necesario un mediador.

Las ilusiones se pasean por los jardines…  acariciando ha aquellos corazones… 

disfrutan de su caricia…  pero no es suficiente.

La esperanza consuela ha aquellos corazones,

Los sueños los contemplan…

Los corazones siguen heridos…  siguen enfrentados.

 

Una dulce mujer,  tan hermosa como una piedra preciosa,  quizás los poetas si

alcanzaran a describir su belleza…

Sus ojos… 

Su rostro… 

Su piel…

Ha dejado hechizados ha aquellos corazones,  la voz de aquella hermosa es tan hermosa y sublime que los ha atraído…

Aquella hermosa,  con sus delicadas manos,

Coge dos bellas rosas,

Una con la izquierda…

La otra con la derecha…

Es para sanar las heridas de aquellos corazones.

Los amores son fáciles de entender…

La fragancia de las flores se puede percibir…

Los únicos que lo pueden comprender son aquellos corazones…

Estos corazones están felices…

En el regazo de aquella dulce mujer.