Ya no eres la diana de mis escritos,
ahora escribo sobre lo que percibo,
ya por ti no sufren mis hepatocitos;
y del bar, ya no es caro el recibo.
Te has ido, y por eso te agradezco,
deja te aviso que aquí no regresas,
es claro que ahora ya te aborrezco,
y mi corazón ya no quiere sorpresas.
Nuestros recuerdos son tan contradictorios...
según tú, fuiste quien lo dio todo,
recuerda que por mí apareces en el directorio,
y que quisiste dar nada, de ningún modo,
No mereces que más palabras te escriba,
aunque sé que algún día las leerás,
y ese día te pondrás a la defensiva...
pero ya conmigo no pelearás.