El arcoriris de las frutas,
sus dulces jugos y sabores
Las mujeres.
Un bebé naciendo
Los dulces resplandores del día que empieza
y las sombras tenues del que se va yendo
El arte en su expansión de maravilla
La ciencias con sus alas blancas en vuelo
sondeando la célula, el átomo y el universo.
Que exista el ser y no la nada
que lo que vemos esté formado de lo que no vemos
Que todo esté conectado
de causa a efecto, en movimiento
Un grupo de obreros construyendo un rascacielos
La joyería celeste a plena noche
Que todo esté disponible
Y sólo lo transformemos
La maravilla humana
a pesar de sus pesares
La programación que mueve y regula todo.
La sensación de partida cuando envejecemos
y las preguntas tan grandes
que nos provoca la muerte
Y esta experiencia de intuirte
que nos sigue en todo sitio
y en todos los momentos.
Que aún después de todo, callas
y esperas nuestra respuesta
Que no arguyes a favor de tu existencia
y nos das esta cajita llena de átomos y universos
para nuestro entretenimiento
mientras pasamos el maravilloso juego de estar vivos.
El hecho de que aún así te pidamos
pruebas de que existes
y nos muestres tu identificación
una copia de tu grado académico
y nos compruebes tu colegiatura.