Te siento a mi lado al soplo del viento
te extraño de noche abrazando la almohada
te extraño de día en las cosas que hago
y acaricia tu piel mi mente excitada
mis trémulos dedos también te acarician
en todas las letras que fluyen inquietas
de esta aliada pluma, mi fiel compañera.
¿Qué me has dado mujer, que mi mente trastornas?
sin estar, estás, do quiera que esté
llenando el vacío que el aire prodiga
en la música que gime un acorde funesto
en la imagen que gozan otra vez mis brazos
sin estrechar nada en la fría alcoba
respirando sin tregua mi aliento agitado
que ocupa el espacio que usar no pretende
...la sombra vacilante que ahora proyectas.
© Eloy Mondragón