Creí haberme prometido que no volería, pues tus mentiras,
tu indiferencia y tu apataía, fueron la antesala de mi partida.
Debo aceptar que fue difícil, debo aceptar que era lo mejor,
pero tu aroma y tu voz, me persiguen a donde voy.
Hoy, despúes de un largo tiempo, te he vuelto a buscar,
pues los momentos que vivimos no los puedo olvidar.
Quisiera poder decirte lo que siento por ti, y aunque me duela y todos me vea...
nuevamente estoy aquí.
Uziel Palacios