En un constante ir y venir,
entre tanta multitud la vi y fue en ese instante donde lo comprendí,
era ese momento en el que mi mundo se volcaria,
allí a su lado, como si un huracán hubiera arrasado con todo
y me fuera arrastrado a su lado sin ninguna compasión,
aún sabiendo que era a su lado donde conocería la destrucción,
no esa superficial, si no esa profunda que te quiebra el alma
y te nubla los sentidos.