Me pregunto si lo pasado perece,
como si fuera un tiempo muerto,
y así, como un sueño reaparéce,
el amor de ayer como si fuera cierto.
Para asegurarme te acaricio,
despacio la cálida y dulce piel,
quiero sentir que no es ficticio,
que tus besos aún saben a miel.
Y es verdad que aunque los años pasen,
la memoria permanece imborrable,
y el pelo que fue negro ya ha encanecído.
Aunque pocos días para vivir faltasen,
yo esperaría al final inmutable,
y gracias a ti, contento de haber vivido.