Hoy tengo ganas de tararear a los
recuerdos, tomar un cubata en
tu memoria; luego paragonarte
con la noche estrellada, con el
silencio que cada vez calla más
fuerte y con el mundo que no te
alcanza.
Llévame a ti que yo dejaré llevarme,
si me dejas, déjame contigo. Si no me
dejas yo seguiré insistiendo.
Quiero acompañarte en el canto de
los grillos, en tu triste diciembre que
sufre más poco. Quiero dejarme en
otra parte y tiene que ser en ti.
Haré un viaje por la vereda de tu espalda
hasta llegar a tu memoria. Quiero pasar
todos tus caminos; quiero aprender de ti
y que tú me enseñes.
Con las yemas de mis dedos bordaré
tu vientre sencillo, besaré tus labios sin duda
y con resabio, haré que no me olvides
y no preterirás ni un momento.
Después de todo no querré regresar
de este viaje que es libertad disfrazada
de prisión, que es prisión disfrazada
de ti.