Mil formas he sido en este valle de lágrimas
convirtiendo mi cuerpo en sueños
en las tempestades del alma
terrenos del ser que fragmentan la vida,
la muerte siempre presente
aniquila los sentidos de la última forma,
no hay un tiempo marcado
en esta catedra del universo,
vivo varado escuchando a los pájaros
con sus electrizantes sonidos y el piano.
Sigo caminado buscado la primavera y su hielo
pasando por la vera del infierno en el verano,
nunca llego a ningún lado, mis pies se paran
por algún motivo especial en el invierno
acompañado de los colores otoñales
perdiendo el respiro.
Exploto en irá en el infinito de mi desgracia
la alegría se esfuma en la espuma del día,
mis pasos retumban en un eco moribundo
que no llega más lejos de mis tímpanos,
pero no se rinde mi alma fragmentada
a pesar de ser tempestad
en sueños de dolor,
sigue ayudando a avanzar
con sus pequeñas gotas de fe.
Aun así persistiré en este andar,
el camino aunque sea circulo
no durará en la eternidad,
porque el infinito tiene final
¿No? ¿No? ¿No? ¿No?...