¡¡¡¡¡¡ ÁRBOL !!!!!!
Te entregaré mi savia entera
para que vuelvas a florecer
seré tallo inquebrantable
donde te apoyes sin caer.
Voy a regarte con mi sangre
cerrando todas tus heridas.
Mis poros invade, soy enjambre:
¡donde podrás chupar la miel!
¡Sacia tus ansias milenarias!
No escatimes fantasías ni deseos:
Devórate, ávidamente, los jugos del panal.
¡búscalos, por favor, no temas nada! ...
los hallarás, estoy seguro, atrévete:
escala, plácidamente, el árbol.
Para ti ha crecido y está pletórico ...
de frutos, servidos, en sazón.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.