Amo ver la lluvia caer,
ver como a los árboles ha de estremecer
mientras con el viento ha de bailar
yo mi alma en ella he de admirar.
Es como una danza perfecta
que la vida misma conecta
tocando mi pecho de forma indirecta
guiando mi alma en la senda más recta.
Ríen, danzan, bailan sin cese,
son hermosas pese lo que pese
de ellas la vida nace y crece
y en ella la pena se adormece.
Míralas, cayendo de forma constante
en su efímera alma cantante
todo dolor se vuelve distante
el alma lavando inherente
hace que mi tez se vuelva radiante.