Rodrigo Zuppa

Toma mi mano

Toma mi mano.

 

 

Ven, amor mío, toma mi mano ya;

vamos a aspirar las luces de esa flor.

Pues, en ellas, la vida expira aún mejor

que la exhalada de una cajetilla.

 

Acompáñame a vivir lo que nunca

ha razonado jamás la humanidad,

pues, sin toda esta contemporaneidad,

seré yo quien hoy la verdad deduzca.

 

Toma mi mano y vete, pero hoy no.

Dame tu cuello y quédate a vacilar.

Mira mis ojos y vete, sí y no.

 

Pues, aunque distraigan tu mente y cuerpo,

tu alma es mía por tus lunares míos,

mis versos son de ti, tu no morirás.