alicia perez hernandez

Amándonos de este modo...

Amándonos de este modo...

 

Amanece la vida junto a mí,

porque tú estás conmigo.

Eres mi motivo y mi razón,

de despertar a la vida todos los días.

Me rejuvenece verme en ti,

saberme y pensarme para ti,

ser de ti y tú de mí todo el tiempo,

sin importar tiempo y distancia

el pensamiento nos acerca,

tú me piensas y yo te pienso,

y nuestras almas se comunican.

Corazón con corazón nos sentimos.

Este amor creciente entre ramas,

entre enredaderas que nos atrapan

entre celos y peleas,...

más nos soltamos de ellas,

para poder vivirnos y tenernos,

sentirnos y amarnos.  

Sin castigos y sin perdones,

porque no hay nada que perdonar,

nuestro amor es así, ardiente, explosivo,

lo tenemos que poner en calma,

para no arrebatarnos, y amarnos,

con la pasión de los dos.

Dulcemente, tiernamente,

Sosegadamente  para no despertar,

los celos que nos consumen.

Entre el amor y el deseo,

entre tus besos y mis besos,

dejando que salgan los “te quiero”

con la pasión de los cuerpos

arden en la devoción de amarnos,

siendo mis torres gemelas...

tu pasión y tú delirio,

siempre escalar las quieres

para agárrate de ellas al caer

al precipicio donde bebes de mi fuente,

porque calmar tu sed que en mí deseas.

Antes y después somos dos enamorados,

amándonos  de éste modo...

Tierno y apasionado como adolescentes,

Y ardiente y desenfrenado como adultos.

 

Alicia Pérez Hernández

No es la pluma la que escribe, es el alma

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