Mañana, mañana trunca,
Mañana desesperada
Que pasea por mi vida
Hablándome de pavadas,
Tu mirada, la comida,
Las cosas que están dormidas,
Mil actos que nunca pasan
Y un postre de naranjada.
Mañana de las muchachas,
Los muchachos, las matracas,
El carnaval vigoroso,
Las sonrisas en la cara
Curiosamente escondida
Detrás de la crema opaca,
Los bailes interminables
De rumba que no se acaba.
Mañana que ni me veo
En espejos de la nada,
Sobre el reflejo negruzco
De mi espalda torturada,
Retorcida y encorvada,
Con angustias peregrinas
Por verme tan estropeada
Con huesos que se desgranan.
Mañana que va durmiendo
Sobre brasas de paseos,
Horas que ya no respiran,
Boca que llevo callada,
Arrugada y aplastada
Con sentimientos dormidos
Que matan toda esperanza
Entre vuelos de añoranzas.
Mañana será otro día
Desde la fuente y el plato,
Los pelos negros del gato,
Los fideos, las semillas,
El perejil, el zapallo,
La ropa que hace cosquillas
Y una torta de ananá
Que guardo para otro rato.