Esta mañana me he levantado
y observé un cielo azul con nubes
una de ellas rodeada por un halo anaranjado
del sol que se asomaba entre ellas.
El paisaje se iluminaba,
contemplé los árboles desnudos del otoño,
el suelo tapizado por hojas secas de varios colores,
la gente se desplazaba a lo largo del camino
unos para ir al trabajo y otros ancianos para pasear,
los niños jugaban y marchaban al colegio.
Paseaba por la calle mirando el panorama,
iluminada por los tenues rayos de sol ,
la brisa del aire me peinaba
y acariciaba mi cara.
Añoré que el nuevo día fuese hermoso,
ausente de males y tropiezos.
Me pregunté a mi misma:
¿ Cómo será la aurora de mi alma,
qué sucederá cuando reciba sus primeras luces?
Quizás el colorido del amanecer
semejante al arco iris
se refleje en nuestra alma
y nos infunda ilusión y ganas de amar.