ALEJANDRO DE LOERA GARCIA

TRISTE ADIOS

Con la tristeza tan llena de nada
 llega la noche fría y malvada.
 
¿Qué me deparas noche estrellada?
 ¿Qué le deparas a mi corazón?
 Marchate ahora, no digas nada.
 no me reclames aquel adiós.
 
Era preciso soltar sus alas
 para que vuele cerca del sol.
Ahora que puede, espero que lo haga
 para que pueda encontrar el amor.
 
Resulta absurdo jugar en un lago
cuando es posible nadar en el mar.
 Ella lo supo y yo que la amo
 la deje libre para irlo a buscar.