A veces miro el cristal del destino
En ocasiones veo que no hay luz
Entonces me detengo y suspiro
Porque en iluminación estas tu
Te llevo en cada soplo de respiro
Y en cada uno de los aires vividos
Tatuada en el corazón, siempre miro
Tu silueta en haz de luz prendido
Sembrada para alimentar el reflejo
Y brindarse ante la ausencia de luz
Como la incandescencia de un espejo
Que brinda el amor que procuras tu
Entonces ante el pasaje contengo
Al ritmo del destino un dejá vú