Por qué te vas de mi vera a hurtadillas
ocultando motivo
y secreto, punzantes como astillas,
que muero estando vivo.
No puedo creer que, siendo yo cautivo
de los brazos de tú amor,
te hubiera yo fingido tal motivo
para darte desamor.
Amor que tú has querido que se rompa
culpándome sin razón,
cual si fuera de jabón una pompa,
partiendo mi corazón.
Mi alma está llena de tristeza callando
el motivo de tú ida,
por no manchar la memoria, hablando
de tus mentiras. Vida
tienen tus palabras, cuando diciendo
tus verdades, tan solo
decías mentiras; ¿acaso yo no
entregué mi corazón,
mucho antes de tú triste despedida?.
Infinito fue mi amor
sin que puedas reprochárle a mi vida,
ese triste desamor,
provocándole a mi alma...¡tal herida!.
Menesteo