Amada mía,
ahora que vivo por tu encanto preso,
llena mi alma de alegría
con un beso,
porque esta sed que mi alma siente
y que llena de lágrimas mis ojos
puede saciarla un beso ardiente
de tus ardientes labios rojos;
Este deseo es agonía
y me atormenta, te confieso,
llena mi alma de alegría
con un beso.
Nada puede ser más cruel
que esta obsesión infinita,
de probar la dulce miel
que hay en tu boca exquisita...
Digo y no con ironía,
de este amor nunca saldré ileso,
llena mi alma de alegría
con un beso.
Este amor es más extenso
y más profundo que la mar,
que a veces extasiado pienso
nunca te dejaré de amar,
que el camino que a tus labios guía,
sea un camino sin regreso,
llena mi alma de alegría
con un beso.
Amada, pido con clamor necio,
no me desprecies por favor,
que si recibo tu desprecio
al instante moriré de amor.
Nunca podré sonreír hasta el día
que comprendas que te amo y quizás por eso
querrás llenar mi alma de alegría,
con un beso.