A veces creo que tengo una gran historia en la mente,
la cuento una y otra vez a medida que va pasando el tiempo,
pero una vez llega el momento de plasmarla en algún lienzo,
sucede lo inesperado, se crea todo un torbellino de caos,
las ideas se desordenan,
los personajes se mezclan y extravían,
toman formas dispersas,
mi mente entra en pánico y se encierra,
crea muros de la nada y vigila con extrema cautela todo lo que la rodea,
nada escapa,
nada entra,
es como su lema más común,
¿pero que pasaría si esto no sucediera?,
¿saldría una gran historia o simplemente otro cuentito incoherente más?,
¡joder!, quisiera saberlo,
quisiera arriesgarme,
como si estuviera a mil metros de altura dependiendo solo de un paracaídas,
quiero liberar todos mis pensamientos,
que salgan a flote y fluyan con el viento,
historias vueltas proesas,
personajes convertidos en amos y mendigos,
bestias transformadas en dragones y princesas rescatadas por si mismas.