José de Jesús Camacho Medina

Ya no canta la Sirena

Caen los almanaques cual hojas en otoño

enjuiciados por la fuerza gravitatoria de tu ausencia.

 

 Es el génesis de la pérdida de la sirena

que con su marcha ha dejado más que bruma.

 

  Su canto se convirtió en un boomerang sin retorno

que exilió las simetrías a otros parajes

simetrías carentes de sinónimos 

trigo no fecundo en tierras invernales.  

 

Te llevaste consigo uno y mil conjuros

que absuelven de las  inclemencias

no hay atisbos de tu luz 

ni mínima centella de tu magia.

 

  ¿Ahora quién acallará los perros de mi sótano?.