Hoy cariño, te digo, por mi bien,
cosas que siempre he callado
Tu sabes... espero hayas notado
Que te digo siempre quedito...
Cosas que se me ocurren a ratos
Y que son tan sólo pretextos...
por tenerte cerca... a mi lado.
Tu cuerpo hoy no está conmigo
tan fácil, dulce, tierno y callado.
Y hoy no hay arrepentimiento
En esos, tus ojos cerrados
así y todo, te miro y fumo...
Y entre el humo de mi engaño
sollozo en silencio, despacio
y en las mieses de tu ausencia
acaricio tierno, tu pelo claro...
Esta inmoral ternura con que callo
se llena de tu cuerpo imaginado
Tu sabes que te digo bajito
Cosas que imagino de a ratos
Y mis manos solitarias consuelan
a mis pobres, inmóviles, brazos.
Miro mi pecho inflamado y solo
donde no descansa tu cansancio,
y tu senos blancos, imaginados
parecen respirar en mi silencio.
cual palomas aburridas de hartazgo
Sabes que te digo a media voz
cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
fumo y dibujo en el humo, tu retrato.
donde, sin hablar, me miras...
Y me reflejo en tus ojos claros
que miran vertiendo encanto
Y la noche se desentiende
Del prodigio de mis manos
Y yo abuso de la loca magia
De este momento encantado
Y beso al aire, en donde estuviste
Y aspiro el tiempo, en ti atrapado
y te aprietas a mí y lloras tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, como ensayando.
Y yo te abrazo y te beso
haciendo historia en tus labios
y mil dedos señalan el pecado
y mil ojos nos miran de soslayo
Y vuelvo a fumar, mientras el mundo
trata de escuchar lo que no hablamos.
Lo que no se dice en sonidos
Sino en miradas y cantos
Y este loco hechizo creciente
En el toque de mis manos
En las afiebradas líneas de humo
Que forman al aire, tu retrato
Al que le pellizco la mejilla
Sólo para provocar tu enfado
Y aunque no sea más que una imagen,
que del humo hacen mis manos...
Ya sabes, le cuento bajito
las cosas que invento a cada rato
Y que ahora te digo en pretexto
Entre el humo loco, de un cigarro...
Catelgood