Callada noche
de latido oculto
que espera entre las sombras
el cuerno luminoso
plateado de la luna.
Una blanca espuma
de un ejército de estrellas
baja arcana
a la simiente de la tierra
cortando el verde
que en la umbría reposa.
No más lejos
de su esencia vigorosa
reclama en el silencio
el eco y la tristeza
de su tiniebla temblorosa.
¡Oh! callada noche
controla tu ambrosía
que las claras pupilas
del crepúsculo se arriman
destiñéndote en el día.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y Poeta - Argentina
(Derechos reservados del autor (*))