El otoño hace grises por rutina,
suelta el viento a jugar con las cometas
y en la calle su manto de neblina
desdibuja los rostros y siluetas.
Traen recuerdos las calladas horas,
añoranzas de tiempos que se han ido,
corredor de vida que aún adoras,
la imagen de los seres que han partido.
Hay ausencias que quedan en la mente,
con su tierna y sutil melancolía
las tienes de manera permanente
en cada cosa, entre el andar del día.
Son ausencias reflejos de una historia
que pervive en la luz de la memoria.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(Imagen de la web)