- Una mujer, entrando a un balneario de Costa de Oro, sumergida en un sueño alucinante, reflexionó con la idea de su piel, diciendo - las hay de todos los sabores, de todos los colores-.
Es ésta la que me cubre, armada en sus capas. Convirtiéndose en mi cuerpo, en un cuerpo -replicó- . Para esta desbarajustada época, mi época, es un pedazo de piel, de nada.
No hay quien vea ya, la ternura del cuerpo mediador de este y otros mundos si alcanza la experiencia. Nadie desea amar su cuerpo y cuidarlo, ahora la situación es adorarlo como tontos, deslumbrarse y vislumbrarse perfectos en futuros próximos, porque sino no hay nada que impresione.
La cualidad de belleza y hermosura es calculada por aquellos cuya mayor satisfacción es vejar la vida y las ganas de vivir en nosotros, con nuestra propia piel. Porque todo comienza o termina allí, en un lugar recóndito pero accesible, donde se proclama el cuidado como condición y no como responsabilidad, causando la adoración en quienes se suman a la gran logia física, y a la par, el destierro -claro- de quienes no encajamos, y no nos sumámos.
¡Que no me quede mas vida por vivir! -pensó, muerta de risa- si se siembra en mí la preocupación de la vendida primera impresión y la nublada sensación de respeto que esta causa -que errantes posiciones- . Y si me dispongo a tomar en cuenta la desnudez, con la controversialidad con la que aún es manejada, es simple caer en la indefinición de lo que es el cuerpo para este siglo, estos cuerpos usados y desusados, y concluir con la triste realidad de que un cuerpo a pasado a ser el mejor postor de los que no piensan, de los que no cautivan, de los que no crean.
Y si al final, tu comodidad no es impuesta por ropa, y te cuerpo no te define, entras en la peor de las sucursales, - la del rechazo -, porque en el pensamiento civilizado de un mundo posible, no estabas idealizada o idealizado con tus imperfecciones, ni con tus desproporcionadas medidas.
Y mas profundo es el hoyo dispuesto para mí, -exhaló-,para mí que estoy cómoda con mi piel.
Por: Gersy Hernández