Llevando tus recuerdo partí una mañana,
tus besos en mis labios se fueron adheridos,
recién te sentí tan mía y te vi muy enamorada,
y en tus brazos descanse mis días cansados.
Quizás no me sentiste, pues estuve a tu lado,
y buscaste en el mar una tarde de sosiego,
recuerdo que desde que llegaste viví enamorado,
pero me encantaba también ser tu amigo.
Mis manos angustiadas tu cuerpo exploraron,
me mirabas sonriente pidiéndome que no lo haga,
pero al sentir tu aliento mis huesos estallaron,
mi cuerpo se incendiaba y sentía que te amaba.
Para darnos un paseo me cogiste de la mano,
la gente me miraba talvez con mucha envidia,
tu belleza se enmarcó en un nuevo pergamino,
que irá por siempre conmigo como mi alegría.
Llego mi partida y te abracé muy fuerte,
me diste un beso intentando no despintarte,
hoy tu amor me lleva a una nueva suerte,
que en esta distancia aprenderé a quererte.
No quise despedirme, pero era ya mi partida,
me dijiste adiós y sin dar vuelta te marchaste,
los días han pasado y vuelve a mí la herida,
por aquellos recuerdos y besos que me diste.
No quisiera olvidarlo esos bellos momentos,
de aquella mañana, de mi triste partida,
pero no puedo dejar esos sentimientos,
que tú entregaste a mi alma herida.