La lluvia no cesa
golpea sin piedad la tierra.
Afuera la luz apenas es nada,
adentro apenas y es luz.
Entonces corro, corro con mis pies descalzos,
la hierba hiere mis pies,
y siento que tiemblan,
caigo, y mi cuerpo ahora es de barro.
La lluvia arrecia, esta enojado el cielo.
Y allá mas allá de los gritos,
mas allá de las nubes,
brilla serena y burlona la luna.
Veo su rostro, sus ojos negros.
Entonces creo llorar, creo oír su voz,
\"huye y no hagas el mal y el mal
no caerá sobre ti, apártate del injusto
y el se apartara de ti\".*
Delante el espeso y negro bosque,
cortejo fúnebre a mi camino.
Ya no estas ya no estarás,
¡oh alma mía regresa a mi cuerpo!
Detengo mi carrera al borde del abismo,
sacudo el agua de mi cuerpo,
el cielo ya no llora,¿el alba se acerca?
si, ya se vislumbra el sol.
Mis lágrimas caen y riegan las flores
ya no es llanto, solo un sollozo ahogado.
Y recuerdo...\"bienaventurados los que lloran
porque recibirán consuelo\"*
Ya no corro, ya no lloro.
El sol ha salido, la noche ya es pasado.
ya todo ha terminado,
mis pecados... han sido perdonados,
y mi alma... ha vuelto a casa.
*EN ALGÚN LUGAR DE LA BIBLIA