Aullaré a cada una de tus lunas
como un lobo sin hogar.
Persiguiendo por las curvas
corazones de mentira
aprendí que los pecados
son regalos verdaderos,
así que muerde mi manzana
y sigue brillando,
que la noche y la oscuridad de tus labios
nos esperan en el paseo en taxi
de tus sueños sobre mi pecho.