Fue sorprendente luego de solo
un instante de haberme dormido me allé defrente à ella besándola frenéticamente haciendo nudos en mis dedos su pelo aferrándose ella a mi cuerpo como si fuera su ancla al fondo de un mar agitado sus besos nublaban mi mente debilitandome las rodillas
sosteniéndome cual elixir, cual manantial de vida suspendiéndome en una cuerda floja imaginaria donde no sabia si mantenerme o dejarme caer a tal lago de placer
infinito.
Luego de una esgrima verval sin palabras entre nuestras lenguas termine deseándole tanto como respirar en aquel momento le podría crear mil poemas en un verso tomando como guía la galaxia o el universo, sembré caricias en su desnudez que por primera vez había sentido asegurándome que borrarlas de sus sentidos sería imposible. Bese su cuello y con ello sus suaves gemidos derramados en mi oído me exitaron hasta sentir que volaba; y cómo quien busca un tesoro me fui de excursión a su pecho hallando un pezón por encima de su corazón el cual derretí en mi boca cual chocolate en caliente al tiempo que hacia pasar el pulgar en su clítoris al pulsar su respuesta era gratificante más que exitante resulta pensar el sentir palpitar mi pene y mi pecho a la par luego de disfrutar sus delicias mediante caricias y gemidos decidí hacer un
parada entre sus muslos y hundí
mi lengua cual roca en la delicia y humedad de su sexo descubrí la cubría un suave olor a limpio y un almizcle entre rosa y lavanda más el tenue aroma a cítricos de su cabello se mezclaba con la femenina esencia de su cuerpo colandose por mis fosas nasales
hasta mi alma
Preso del deseo dejé reposar mi cuerpo y mi sexo sobre el suyo
su pelo cubría su cara lo aparto para que la besará y el fulgor de nuestros cuerpo al frote sin pudor hacia que hacer el amor fuera mejor que nacer o morir, la hice
venir haciendo posible más de un orgasmo amoldando sus caderas de manera sencilla a mis manos cual artesano en su arcilla recobrando el control con las mejillas sonrojadas agitada empapada en cada gota de nuestro sudor la pasión que entre los dos crepitaba fragmentaba los minutos en días no necesitaba la prisa en muchos sentidos disfrutamos tendidos al viento cual sábana blanca que rosa sus partes al vaivén del que vuela tendida en el patio es adorable elegante y sensual al besarla resuenan aun
en mi mente aquellas palabras de hechizo \"Te amo\" me hizo adorarla al escucharla en aquella oleada de su clímax y el mio repitiendolas en cada réplica del mismo jadeando intentando recuperar el aliento el sentido la fuerza de voluntad, la lógica por todo aquel estimulo de nuestros cuerpos.